Ruy Alfonso Franco
2. ¿Y qué es lo que ve el internauta curioso?
En el peor de los casos está la indiferencia. En Internet, me parece, ésta es la parte más oscura del invento de fin del siglo XX. Y es que pocos parecen sentirse afectados por los excesos en este medio, engolosinados como estamos ante tanta supuesta libertad para decir, mostrar y ver cualquier cosa; especialmente sexo.
A casi 20 años de su popularización, la vulgaridad, la violencia verbal y visual generada en Internet, por mucho que satisfaga toda intención libertaria de albedríos, no deja de atentar contra los mejores principios educativos y espirituales, y da manga ancha a todo lo que por norma se reducía a minorías muy proclives al desenfreno, la siempre áspera pornografía. Hoy cualquiera de nuestros niños puede toparse, “sin querer”, con el lenguaje más soez o las imágenes más brutales por la red, sin argumento ni contexto que los soporte.
Es decir, en términos reales, yo como padre de familia puedo evitar que mis hijos vean espectáculos desagradables o nocivos si los mantengo alejados de ciertas zonas rojas (cantinas, prostíbulos o callejones oscuros...), pero siendo el Internet un sitio público, ¿cómo evito que mis niños se topen con las majaderías, obscenidades e imágenes más agresivas en línea? ¿Prohibiéndoles el uso de este valioso medio? Sería como, por prejuicios, no saludar de mano a una persona enferma de SIDA. Vaya, no hay aquí un problema que una buena educación que amplíe los criterios no resuelva, porque estamos ante la evidencia de que los refugios para la inocencia infantil cada vez son menos, apurados como estamos por vivir en el “mundo real” y globalizado. Uno bastante grotesco, por cierto; uno en donde empujamos a nuestros hijos a vivir aceleradamente de la mano de la cambiante como fría tecnología, en un mundo cada vez más materialista y menos espiritual.
Lo curioso es que cuando la sociedad toma conciencia sobre los posibles daños psicológicos y morales de los excesos en Internet, la primera condena es para la pornografía, pero no tanto para la conducta de los cibernautas, que es significativamente más dañina porque es quien ha degenerado uno de los medios de comunicación más importantes, en vulgares lavaderos de vecindad en sus chats, foros y blogs; quien ha vuelto a Internet un gran mercado sexual. ¿Quién no se ha topado con anuncios anónimos de personas que buscan información sobre qué sitios encontrar pornografía infantil, especialmente de niños de 6 a 13 años? Y los foros y blogs, ¿acaso no son en su mayoría sitios de exhibición y búsqueda de romances, que fácilmente deviene en escarceos sexuales?
Es decir, que aparte de los enfermos que acechan a los más inocentes, está cualquier hijo de vecino, oficinista, maestra o desempleado azuzando a otros, buscando aventuras de amor y sexo, dando rienda suelta a sus instintos simplemente porque se puede y nadie los ve… Claro que mientras nuestras apetencias respeten las libertades y los derechos de los demás sin afectar su integridad y voluntad, todo podría estar bien en la red y parecerse a un paraíso idílico. Pero resulta aquí que nada de esto parece suceder, pues cada vez más Internet da pruebas de haberse vuelto un monstruo incontrolable. Los noticieros nos advierten todos los días de ello y los especialistas en medios y conducta social ya han presentado investigaciones serias sobre los daños que el mal uso del ciberespacio y los juegos electrónicos están provocando en los niños y jóvenes, irremediablemente adictos a los ordenadores y aditamentos (celulares, ipods, laptops, playgames y demás parafernalia digital).
No me declaro por una educación hipócritamente moralista, sino por una congruencia social de respeto y sentido común, de conocimiento y desarrollo cultural. Si me place el acto sexual, creo que es algo privado que involucra a dos (o a los que guste, si es usted muy energético y creativo), pero no públicamente a todos, porque entonces habría una degeneración social muy peligrosa que podría significar el fin de nuestra civilización, como tenemos constancia en la historia (recuerden el fin del imperio romano). Hoy las páginas sexuales en la red están más a la vista que nunca y son los usuarios comunes quienes mantienen muchas de éstas y hay mucha desfachatez ante la repentina libertad y facilidad para desnudarse, ver e inducir al devaneo sexual explícito. ¿Producto de las rígidas normas socio/religiosas y una educación deficiente por lo que oculta, más que por lo que enseña el sistema educativo o simple comercio abusivo y oportunista? Otros podrán alegar también que este libertinaje, a fin de cuentas, es un desahogo del estrés que nos provoca vivir la competencia diaria por la sobrevivencia en la era de la globalización.
Usted juzgue.
Lo cierto es que el sexo es el tópico más recurrente en la supercarretera. De lo que antaño era exclusivo de tugurios y mercado negro en prostíbulos, la pornografía en Internet hoy es un producto más como los que vemos en televisión. La oferta sobre el sexo más explícito como mercancía es sorprendente aquí, lo que hace pensar en la demanda que debe ser todavía mayor. Y esta insistencia sobre el sexo no necesariamente es producto de la casualidad, tanto como de la probable necesidad de nuestra sociedad de afrontarlo más abiertamente, luego de un par de siglos de falsa contrición, impuesto por una religión judeocristiana necesitada de controlar con mano de hierro la tendencia librepensadora de la moderna sociedad cada vez más materialista y menos dispuesta a la obediencia cristiana. Y allí el sexo pasó a ser un pecado y la Iglesia la salvaguarda de la pureza, lo que parecía garantizar, además, su propia existencia.
Por los hechos, ¿significa que Internet nos ha liberado de esa carga de conciencia?
Muchas inquietudes se desprenden de este medio, como la educación sexual y la cultura, a propósito de la más bien inexistente censura en Internet que da libre cabida al sexo explícito, ante todo por la deliberación sobre la libertad de expresión: ¿cuándo es o deja de serlo si afecta a terceros? Y la discusión se extiende si a esta libertad por mostrar el sexo sin restricciones, se le consideran posibilidades artísticas a través de la pintura, fotografía y el cine, lo que parece confundir a muchos, pues pocos comprenden las diferencias entre pornografía y erotismo, lo que a la postre es el perfecto pretexto para censurar ideas, más que el comercio vulgar del sexo.
El aspecto moral y hasta legal son un fantasma que recorre el teclado cada vez que alguien se conecta a la red, por aquello de que moros y cristianos acudimos al mismo vicio de voyeur y porque, prácticamente, sin limitación alguna, cualquier persona —de cualquier edad— que tenga acceso al sistema logra ver las imágenes más candentes y sin pagar un cinco, tranquilamente en casa, en la oficina o escuela.
¿Y qué es lo que ve el internauta curioso?
Aparte de las ofensas más gráficas, las ideas más reaccionarias, la chabacanería más ramplona y las perversiones insospechadas, usted querido lector, podrá ver sexo en sus más variantes subgéneros: bizarro (enanos, mutilados, violaciones, tortura, etc.), juvenil, bi, homosexual, lesbianismo, interracial, gordos, grandes tetas, grandes falos, maduras, anal, oral, zoofilia, juguetes, puños, lluvia dorada, sexo grupal, carreteras, públicos, baño de semen, amateurs, voyeurs y un gran etcétera hasta donde la imaginación alcance. Todo debidamente fotografiado, filmado o grabado en video y cámaras webs, incluso en directo bajo módica suma o bien por usuarios amateurs, que gustosos se exhiben gratis. Hay, además, chats, foros y blogs públicos o privados dentro de las páginas pornográficas, servicio de contactos y enlaces, búsqueda de prospectos afines y mensajería. Hay venta de juguetes sexuales, vestuario de fantasía, cremas, medicinas, vitaminas, afrodisiacos, revistas y películas en DVD en ofertas permanentes; anuncios para agrandar todo: pechos, nalgas y hasta penes. Hombre, hay hasta espacio para literatos inspirados que deseen publicar sus cuentos, novelas y crónicas sexuales.
Así pues, tenemos uno de los mayores inventos del siglo XX al servicio de la humanidad, dedicado básicamente a una sola cosa: al sexo.
Cierto que Internet ha obligado a una transformación quizás radical de la conducta humana, sobre todo por cambios en los cánones de la comunicación, pues es obvio que ya no basta con hablarle sólo al vecino, ahora podemos socializar con los que están allende a nuestras fronteras de la casa, el barrio, municipio, estado o país. No importa que sólo sea para agredirnos o excitarnos mutuamente.
7 comentarios:
ESTOY AL 100% DE ACUERDO, CON EL SEXO ESTA AL ALCANCE DE TODOS VIA INTERNET; ANTES NO ME PREOCUPABA POR ESO PERO AHORA CON UN HIJO ME PONGO A PENSAR EN LA MANERA DE EDUCARLE Y PREPARARME PARA ESA GRAN AVANZADA QUE VIENE RESPECTO A INTERNET, DEFINITIVAMENTE ALGO SE SALIO DE CONTROL Y CREO QUE ESO ES LO IDEAL PARA ESTE NUEVO ORDEN MUNDIAL, YA QUE NO HAY RESTRICCIONES PARA ESTE TIPO DE INFORMACION. ESTA COMUNIDAD NACIO PARA LA LIBRE CIRCULACION DE INFORMACION, PERO SUS CODIGOS HAN SIDO VIOLADOS POR NOSOTROS MISMOS TAL PARECE QUE AL HABER VIVIDO CON RESTRICCIONES AHORA QUEREMOS HACERLO TODO. NO SOLO PORNOGRAFIA ENCUENTRAS EN INTERNET ME DOY CUENTA QUE TODO, ABSOLUTAMENTE TODO ES POSIBLE ENCONTRAR, AQUI CONVIENE DECIR QUE NUESTRA RESPONSABILIDAD ES EL CUIDARNOS COMO SOCIEDAD YA QUE QUIENES DEBEN O ESTAN PARA ELLO NO LES INTERESA, ESTAN MAS CEGADOS POR AMBICIONES PEORES A LAS NUESTRAS, AUN LE DOY UN VOTO DE CONFIANZA A ESTE MEDIO, VALE LA PENA ES UN FLUJO DE INFORMACION INACABABLE PERO TIENE SU ENFERMEDAD QUE ES LA HUMANA; EL CONOCERNOS Y ESTABLECER LIMITES SERIA LO PRIMERO, YA QUE ANTE TODO ESTA NUESTRA PARTE ESPIRITUAL QUE ES LA QUE ESTA POR LOS SUELOS O CIELOS, PERDIDA, ESA PEQUEÑA PARTE ES LA QUE PUEDE COMPENSAR, ESTA EN NUESTRA CONCIENCIA, UNA NUEVA SI ES NECESARIO. EMPEZEMOS HOY, NO HAY TIEMPO QUE PERDER, ES POR NUESTROS HIJOS, NUESTRO LEGADO A ESTA VIDA.
Exactamente Julio, tú lo has resumido muy bien: tenemos un nuevo orden social a partir de Internet, pero no sabemos bien a bien cómo comportarnos y somos, de veras, el principal problema los usuarios.
Celebro nuestra coinidencia, querido amigo.
Antes de el comentario que me ha llevado a investigar los cuentos infantiles, tengo una pregunta.
¿Qué es es el fantasy blog stock market?
Ya casi termino de leer los cuentos.
Ah caray, no tengo ni la menor idea Arturo. Si tienes alguna otra referencia, dime, tal vez pueda investigar por mi lado.
Te explico amigo esta página de mercado de acciones tiene a "memoria errática" en el stock valuadas en mil ¿pesos? y colocadas por Rene Franco de Mazatlán, pensé que era un seudonimo tuyo y como no entiendo muy bien de qué se trata esperaba que me lo dijeras.
Te dejo la liga para que visites el "site"
http://blogshares.com/blogs.php?blog=http://ambiguoscaminosneurales.blogspot.com/
Por'fa no te preocupes no es nada importante.
Un abrazo
Hay aquí una familia Franco (no son parientes míos), todos hermanos: el juez Alfredo Franco, el escritor José Luis Franco(director del Instituto de cultura), otro hermano del que no recuerdo el nombre y un tío impresor. Pero no me suena René.
Oye, ¿de modo que hay una especie de bolsa de valores de páginas net? Caramba, pues te felicito, entre tantas es todo un reconocimiento a tu trabajo el que aparezcas en tal lista.
Todo el contenido que hay en internet, nace simplemente de la demanda amigo, si a nadie le interesara la pronogragfía, nadie se molestaria en crear páginas de pornografía.
A mi no me gustan los programas de cotilleos y de famosos, y tengo que aguantarlo cada dia en la tv. Pero si están ahí, es porque la gente le gusta y hay demanda, no lo olvide amigo!
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