martes, 29 de julio de 2008

Educación

El graduado
Ruy Alfonso Franco
¿La graduación escolar cuándo dejó de ser un tributo al esfuerzo real del egresado para convertirse en una vulgar muestra de mediocridad y superficialidad?

Ahora que padecí el suplicio de asistir al acto oficial de graduación de mis dos hijos, un día tras otro en preparatoria y licenciatura, vi magnificada la vergüenza ajena: desorden, mala educación, engaño, politequerías y consumismo. ¿Y todo para qué? La mayoría de los egresados universitarios no va a encontrar trabajo en su ramo, los sueldos son ridículos y la mayor parte de los graduados padecen serias limitaciones educativas en todos los niveles: primario, medio y profesional, según la Asociación nacional de universidades e instituciones de educación superior (ANUIES) y la Organización para la cooperación y el desarrollo económico (OCDE).

Entonces ¿qué se festeja?



Asistí a la de entrega de documentos de mi hijo menor más por apoyarlo que con ganas, pero me arrepentí a la hora de estar esperando que iniciara el evento y nada: qué desmadre de organización tuvieron en la Preparatoria Mazatlán de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). Aquello fue sencillamente aburrido, cansado (más de tres horas) y caótico; ni siquiera calcularon bien la cantidad de familiares de los alumnos, metiéndonos a todos en un espacio muy pequeño e insuficiente. La demora para que empezara el evento de marras fue porque egresados y padres no paraban de chismear, fotografiarse o hablar por sus celulares, o porque simplemente no llegaban todos los alumnos. El “festival” indigesto tuvo a su banda de guerra incluida —que sonó muy bien—, himno nacional desabrido, grupo de rock desangelado y ocho insufribles bailables folclóricos tipo primaria proporcionados por el inepto de Francisco Vázquez Couret, de difusión cultural universitaria. Y claro, la kilométrica lista de graduados.

Al ver a los chicos relajientos, a las muchachas muy preocupadas por como lucían y a sus padres con cara de “ya cumplimos”, no pude menos que pensar en las frías estadísticas que revelan que en el país lo que menos interesa es la educación, así lo denuncia Denise Dresser: “Las escuelas mexicanas obligan a sus alumnos a memorizar pero no a reflexionar. (…) Los métodos pedagógicos (…) acaban por aplastar el entusiasmo por el aprendizaje en vez de fomentarlo”.
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“…del millón 980 mil egresados de universidades públicas y privadas en los últimos 10 años, poco más de 800 mil —el 40%— están desempleados, en el subempleo o trabajan en una actividad que no se relaciona con su licenciatura”, “subraya la ANUIES en su estudio Mercado laboral de profesionistas en México”.2 A esto habrá que agregar que el campo profesional está sobresaturado, lo que significa que los egresados de 41 licenciaturas llamadas tradicionales, alrededor de 900 mil nuevos abogados, contadores, arquitectos, médicos, maestros o comunicólogos, por ejemplo, no tendrán trabajo en su mayoría por la escasez de empleo y quienes logren acomodarse se verán obligados a aceptar sueldos raquíticos o empleos que nada tienen que ver con su profesión.



Aun así los egresados festejaron muy despreocupados su graduación, gastando en algunos casos lo que todavía no ganan: renta de toga, salón, música, comida y bebidas, traje o vestido, zapatos o zapatillas, maquillaje y peinado, recuerdos, fotografía y video, taxis y hasta viajes ex profeso de algunos familiares que vinieron de otras ciudades al festejo, además de los gastos por titulación y lo que ello implica: placas alegóricas, anillo y otras menudencias. Si consideramos que en casi todas las universidades cuesta estudiar, significa que ante la incertidumbre de ejercer la carrera esto no garantiza que los padres del graduado vayan a recuperar su inversión. Y aun así suelen sufragar todavía los gastos de graduación.

Todavía más, lo que antes era una celebración exclusiva la graduación de los universitarios, hoy se ha extendido hasta los kínders, primarias y secundarias, lo que evidencia cierta ingenuidad y mucha superficialidad por parte de los padres que no atisban la cruda realidad de la pobreza educativa y el subdesarrollo económico del país que no respalda a los estudiantes a la hora de la hora, como para ponerse a celebrar el incierto camino que México le depara al chamaco a lo largo de 18 años o más de estudios, si es que rebasa la secundaria… Cosa que no sucederá para más del 50% de los adolescentes que prefiere ponerse a trabajar que seguir estudiando, porque en México no existe la cultura del desarrollo intelectual. Y finalmente, porque con todo y graduaciones, con todo y una carrera profesional, políticos y empresarios no le garantizan al graduado un trabajo en su área y mucho menos un salario digno. Y lo que es peor, tampoco le garantizan una adecuada educación, según los pobres resultados a nivel nacional e internacional.



Mal preparados y sin oferta de trabajo segura, ¿qué festeja el graduado?

En la Facultad de Ciencias Sociales (FACISO) de la UAS hubo una mejor organización al realizar el acto en el teatro Ángela Peralta. El evento brilló con la presencia del grupo de danza del Centro Municipal de Artes y la aparición insospechada de Jorge Abel López Sánchez, presidente municipal de Mazatlán, además de las autoridades de nuestra universidad en una jornada de tan sólo un par de horas y casi puntual. Sin embargo el programa no estuvo exento de la misma conducta desordenada de alumnos y familiares, y la vergonzosa perorata a la hora de los discursos de la supuesta “mejor estudiante” de la FACISO, con su oda al director a nombre, según ella, de los egresados que la veían con incredulidad. Al final aquello se convirtió en un acto de promoción política.



En un reciente estudio realizado por la OCDE para medir el nivel de los jóvenes de 15 años en habilidades científicas, matemáticas y de lectura, volvió a colocar a México en el lugar 29 de los 30 países que agrupa dicha institución. Hasta un 70% “de los mexicanos que tomaron parte en la prueba se ubicaron en los niveles cero (nivel que no existía, mismo que se dispuso para el caso México) y uno, lo que significa que están insuficientemente calificados para acceder a estudios superiores y apenas cuentan con el mínimo adecuado para desempeñarse en la sociedad”.
3 Entre las 12 peores entidades en México que arrojó niveles cero y uno se encuentra el estado de Sinaloa, además de Chiapas, Tabasco, Campeche, Oaxaca y Nayarit, entre otros.

Curiosamente, cerca del 80% de los padres a los que se cuestionó sobre la educación que recibían sus hijos se dijo satisfecho, aun cuando el sistema educativo básico no tiene niveles competitivos a nivel mundial, señaló Blanca Heredia, directoria del OCDE en México, por lo que culpó a los padres de no exigir una mejor educación.
4 Lo más grave de esto, es que México lleva desde el surgimiento del OCDE como organismo calificador internacional desde los 60, 40 años obteniendo los mismos resultados en el nivel educativo, ocupando la misma posición 29 de los 30 que existen. Y a nivel superior “México ni siquiera logró mantener la posición 24, sino que incluso cayó a la 28. Estados Unidos pasó del primer sitio al sexto.”5 Pero Corea es todo un caso, pasó del sitio 27 al primer lugar.

Toda esta reveladora información pasó de noche para millones de padres de familia, pues de lo contrario tal vez este país no sería lo que es: una nación burra. Al contrario, las mayorías ven como buena la educación de sus hijos en las escuelas, sin detenerse a reflexionar sobre el enorme subdesarrollo educativo, como bien subraya el Dr. Segundo Galicia Sánchez, investigador de la FACISO: “Los estudiantes universitarios en general leen muy por debajo de su grado de acreditación, están viviendo una etapa de su vida muy transitoria y necesitan prepararse de modo bastante intenso para poder ser competitivos (…). Por ejemplo, un alumno de secundaria lee como de primaria, un alumno de preparatoria lee como de secundaria pero a veces peor y lo que es más, el alumno de educación superior en cada universidad, en licenciaturas como en postgrados, salvo muy raras excepciones prácticamente no sabe leer ni escribir (…). Eso tiene gravísimas consecuencias, (…) sin duda que es por eso que se han obtenido los últimos lugares en las evaluaciones internacionales sobre lectura, matemáticas, ciencias, etc.”6

Pero los graduados festejaron felices su momento.


1 Dresser Denise, Educación ¿para qué?, Análisis nacional, Noroeste, p.4A, lunes 26 de mayo, 2008.
2 Gómez Salgado Arturo, Profesionistas condenados al desempleo, El sol de Mazatlán, p.58, domingo 08 de julio, 2008.
3 Reprobados, editorial, Noroeste, p.6A, jueves 06 de diciembre, 2007.
4 García Judith, Pobres resultados en educación, El sol de Mazatlán, p.55, viernes 23 de noviembre, 2007.
5 Pérez Robles Javier, Pensándolo bien…, Burros educando burros, Noroeste, p.6A, jueves 29 de noviembre, 2007.
6 Medina Villa Gabriela Nallely y Aguirre Sánchez Maria Guadalupe, Entrevista de semblanza, trabajo final de Redacción Periodística IV, de la carrera de Ciencias de la Comunicación, FACISO, p.2, junio 2008.

Fotografías: RAF. Viñeta: Daryl Cagle


11 comentarios:

Edgar Paul Palacios Reyes dijo...

Ahi te va una historia:

Un alumno destacado, no el mejor, pero con buen promedio, de 9.8, que estudia una carrera nueva, en la Universidad Pedagógica Nacional, que hizo el esfuerzo de pagarse la carrera, trabajando de eventual en la Secretaria de Educación del Gobierno del Estado de Colima, ese alumno hizo un proyecto para la Secretaria de la Juventud que arrojo cifras alarmantes para el Gobierno del Estado, lo hizo como parte de sus Practicas Profesionales, ese alumno, se quejo por la falta de becas, armo con otros estudiantes de la UPN a nivel nacional, una red de estudiantes para ver la problemática de su Universidad,ese alumno armo cine conferencias y debates para su escuela, cosa que nunca habían hecho, ese alumno fue elegido por la mayoría de su generación para dar el discurso final, pero antes la Dirección le hablo y lo amenazo para que no dijera lo que pensaba, para que le bajara a su tono, si no lo hacia corria el riesgo de no tener su Titulo y hasta perder el apoyo que le viene dando la Secretaria de Educacion, y ya no poder aspirar a tener un puesto en dicha Institucion...esa historia se repite en nuestro Mexico, jodemos a los pocos que piensan...

Ruy Alfonso Franco dijo...

Triste y asquereso asunto.

Tanto estúpido político que se apodera de espacios públicos para hacerse rico en tres, cuatro o seis años y lo primero que se les ocurre a esta gentuza es bloquear la educación, precisamente, como una forma segura de continuar en el poder: entre más ignorantes haya, mejor se controla al país.

De ahí la necesidad de denunciar toda esta porquería de sistema y no ceder ante esa adormilada sociedad que piensa que todo está bien...

Gracias Edgar por tus comentarios, ayuda mucho.

Anónimo dijo...

Todo esto de las graduaciones es puro formalismo, por que si se piensa que al salir a buscar trabajo no se encontrara y todo tu tiempo en la carrera fue en vano por que al final tener un futuro incierto en cualquier trabajo, por que tendrás que aceptar cualquier cosa para seguir viviendo.
Por eso en mi salón hay mucho desertor de la carrera y hasta yo y muchos lo hemos pensando en salirnos y esto ni se han dado cuenta las autoridades, o lo quieren solucionar con una plática de motivación.


un saludo

Ruy Alfonso Franco dijo...

Tienes razón, la desilusión y dsesperanza son los primeros síntomas de la debacle en los alumnos. Sin embargo Geovanny, ¿te has puesto a pensar que tal vez es eso lo que quieren las autoridades en realidad?: desanimar, así serán menos los que lleguen al final...

No, creo que es un grave error abandonar la carrera, si es que se está convencido que es la de uno. Al final los huecos del sistema social serán llenados por gente con agudeza, no solamente los recomendados e idiotas.

Después de todo ese mismo sistema requiere de líderes natos, sólo que los que están ahora dirigiendo evidenetemente no quieren ser desbancados, ¿no te parece?

Panpriísta el que se raje... No cedas a los caprichos de esos güeyes Geovanny. No cedas.

Anónimo dijo...

De eso mismo que menciona, me di cuenta ahora que quise entrar a licenciatura en derecho, muchas trabas que has esto, que se ocupa esto, que el permiso este, puros tramites que obstaculizan la meta y que te dicen tienes que esperar ahora la respuesta de Culiacán haber si aceptan.
Los grandes en los puestos no quieren dejarlos o heredarlos a sus amistades y es un círculo vicioso que no deja entrar a otra gente que puede tener más capacidades.
Los problemas se perciben en las facultades, pero los grandes en los puestos no los ven o no desean verlos, uno del que me di cuenta es la Biblioteca deficiente que no cuenta con un material completo y la mayoría de libros son donados por alumnos que van saliendo, pero esto a quien le importa si son pocos los que asisten y nadie dice nada, es mucho mas importante promover eventos deportivos que atender problemas importantes.
Si le siguiera no acabo.

Maga Blanca dijo...

Desilusión ante tanta ingenuidad y superficialidad de las masas (padres de familia, egresados y politiqueros) que no miran los resultados a largo plazo ni las causas, sino sólo la frivolidad del instante para salir bien en la foto.

Ruy Alfonso Franco dijo...

Sí Maguita, desafortunadamente. Es lamentable que la misma sociedad propicie esto, cuando es la más afectada, tanto por los nulos resultados educativos, como por su ingenuidad e ignorancia ante los hechos.

Un abrazo entrañable, amiga mía.

Kanina Dioz dijo...

Asi es paisano, la verdadera escencia de las cosas, el verdadero valor de ser y estar en un determinado lugar y momento se pierden, pasa en estos eventos, en las bodas, comuniones, en velorios, en las misas, en un salon de clases, en las oficinas de gobierno, en San Lázaro, en los CECJUDE, en el IMSS, en fin que se nos olvida y porque y para que.
Pero sabes ahora que hablas de la graduación de tu hijo no puedo evitar recordar cuando mi hermano se recibio de Abogado y jamás olvidare la cara de mi Madre, como su corazón saboreo ese logro que era tambien suyo (sola, y digo sola, nos saco adelante a mi hno y a mi), y como mis tías y mi abuela que habían venido del D.F. la abrazaban en la puerta de la iglesia donde se habia celebrado la misa. A pesar de la desorganización, del calor sinaloense del mes de julio, de tanta gente para una iglesia tan pequeña, y de la consigna de saber que no lo esperaba un despacho montado ni un puesto gubernamental, la satisfacción de mi madre y el orgullo de mi hermano no lo cambio por nada, aunque tenga que despertat al dia siguiente.
Saludos costeros.

Ruy Alfonso Franco dijo...

Lamentablemente Kary la gente da mucho por poco: tu mamá saboreó el gusto particular de ver a su hijo graduarse, porque a ella le costó darle estudios. Sin embargo, eso no garantizó que tu hermano --como el de las mayorías-- haya recibido una buena educación y que graduarse le haya asegurado un sitio en este pinche país de gandallas y corrupción.

Mi crítica amarga va contra esa falsa esperanza, contra ese exceso de devoción a formas que y no dicen nada, a esa facilidad con que primero va el festejo antes que la reflexión.

Un abrazote.

Anónimo dijo...

Las cifras son alarmantes y es mas desanimante aun el hecho de que en efecto, seguramente no tendremos trabajo en nuestra rama y los pocos que existen están ocupados por gente que si sabe o que al menos movió muy bien sus “palancas”.
La toga y el birrete en México es símbolo de que el conocimiento quedo en una persona llamada “estudiante”, es así que esta vestimenta los distingue ante los demás, culminando un ciclo de vida y formando a una nueva persona; “el graduado”.
Aunque este debería ser el verdadero significado de una graduación, no es así, pues,¿Cuanto graduado no pasó de “panzazo”?, eso si! Tiene su diploma enmarcado y colgado para presumir, por supuesto, como solo dice “LICENCIADO EN…..” sin mostrar calificaciones, este objeto se mantiene en una zona donde cualquiera que entre “admire” y sepa a ciencia cierta que“si estudio”.
Es una lastima que existan esta clase de maestros a los cuales lo único que les interesa es cobrar la quincena, sin disfrutar el acto de enseñar.
También es excesivo que hasta en los Kinders se gradúen, pero bueno, usted sabe que muchos desertan aun sin terminar la primaria, ¿Para qué esperarnos 6 años de primaria, 3 de secundaria, 3 de prepa, y un tanto mas de universidad para poder rentar vestuario, pagar diplomas, fotos, etc.? Ah!! Muy importante, comprar el anillo más grande que encontremos y ponerle el nombre de la escuela, generación y cuanta letra quepa. No dejemos para mañana lo que podemos ganar hoy.¿O cómo era?...
La mayoría de los padres creen que el apoyarnos radica en dar dinero, dar dinero y…. ¿dar dinero?, garantizando así; “Una educación de primera”, sin darse cuenta que sino nos enseñan a hacer las cosas con gusto ni aunque nos amenacen de “o estudias o trabajas” “si repruebas no te doy dinero” “¿ya hiciste la tarea? ¡Has tu tarea o no sales!” la única verdad es que no lo vamos a hacer. Ya basta de cifras, mejor pongámonos a hacer algo que las matemáticas no me gustan y esos números menos.

Ruy Alfonso Franco dijo...

Jajajaja, a nadie le gusta sacar cuenta, jejejeje. Y menos cuando no te favorecen éstas.

Pero tú lo has dicho Brenda, todo es una simulación.

Por cierto, les mandé un artículo donde se habla de lo que dijo una niña ante varios políticos sobre la miserable educación en México y la devoción que la raza le tiene al pinche fútbol, donde se gastan fortunas sin pudor.

Ahí tienes un por qué estamos tan jodidos.

Un abrzo, estimada amiga.