lunes, 28 de abril de 2008

El cinismo de Netlog


Preocupado por los amigos que fueron arteramente clausurados y censurados, sentí la obligación de solicitarle a Netlog la reposición de sus cuentas:

"Un buen espacio es aquel en donde, para empezar, el que lo ocupa se sienta libre y en confianza. Si ustedes con sus icomprensibles códigos de conducta empiezan a censurar a personas que no hacen más que crear literatura o artes plásticas, sin medir siquiera la diferencia entre arte y pornografía, creo entonces que el mencionado espacio no es tan grato como uno quisiera. Ustedes en Netlog tienen que reflexionar sobre esto y no cortar cabezas sin ton ni son.

"Bajo este criterio mucho me gustaría permitieran a Maga Blanca reabrir su espacio, porque al igual que otros compañeros censurados por ustedes ella no es más culpable que de amar a las artes".

Esto es lo que Netlog respondió ante la petición de levantar el bloqueo a cuentas amigas:

"Hola,

"..., a veces el contenido que se muestra no cumple con el Código de Conducta de Netlog, independientemente de si se trata de arte o no. Lo sentimos pero para determinados contenidos puede ser que Netlog no sea la web adecuada dónde ser publicados.

"Atentamente, el Equipo de Netlog".

Es decir, en pocas palabras, si no les conviene pueden marcharse...
Para quien aún persisten en Netlog con sus espacios, tal vez convendría reflexionaran el papel que en adelante habrán de desempeñar: o se portan bien o caput.

No soy la persona adecuada para hablar de dignidad o de intereses intelectuales, pero para todos nuestros amigos que aún se mantienen en Netlog (Ivy, Adri, Poett, Caguas, Lope, Evabuenosaires, Kristy y un gran etcétera, no sé qué tan cómodos puedan sentirse después de esta respuesta de los administradores.

En lo particular, esto sólo me confirma que tomé la mejor decisión.

sábado, 26 de abril de 2008

Tres cuentos pa' llevar

Pintura de Jenny Saville

El destripador de Morelia

—¿Lo mataste?

—Es que unos pinches perros se me echaron encima y, la mera verdad, le tengo mucho miedo a los perros, jefecito.

—Pero lo mataste…

—Debió haberlo visto jefecito, aquel charquero de sangre y el güey ése chillando como puerco.

—Le sacaste las tripas del tajo que le diste.

—Si nomás fue un piquete, así de chiquío.

—A ella le fue peor, la hiciste tiritas.

—No, jefe, pos cómo; si nomás fue tantito.

Por causa de fuerza mayor

Cayó hasta el fondo estrellándose contra el piso duro, sintió dolor cuando su cara rebotó astillada y no pudo levantarse más. Del profundo hueco que se abrió por donde se le escapó la vida, no supo más. Hasta por la mañana, que su esposa lo levantó del suelo en la sala donde dormía la mona, para mandarlo a trabajar.


La de ocho

Muchos años después leí:

“…según declaró el presidente de los Estados Unidos de América, el camarada Mijael Illarionov”.

miércoles, 23 de abril de 2008

Mira nomás

Ruy Alfonso Franco

La colocó cuidadosamente en el tocador de su recámara compuesta de muebles de palo rosa, gasa en cabecera, esquineros y ventana, en un ambiente de terso durazno. Miró detenidamente el paquete, pausando a propósito el momento de abrirlo, gozando anticipadamente el contenido esperado. Dio vueltas a la caja de cartón del tamaño de una de zapatos, todavía con el papel rugoso del envío aéreo. Por fin se decidió a abrirlo.


Rasgó delicadamente el papel acanalado y descubrió una caja comercial de brillantes y sugestivos colores, con imágenes del producto a todo tambor, descripciones maravillando su eficacia e indicaciones rápidas de uso fácil, sellos operativos y notas precautorias: derechos reservados, observancia sanitaria y, claro, el infaltable aviso de rigor: “este producto no contiene baterías”.


Detuvo la inspección, miró la puerta sólo para cerciorarse de que tuviera el seguro puesto; ahora cantaba quedito en el estéreo Ani DiFranco, Wishing and hopping.
Quitó despacio la tapa para descubrir el producto envuelto en celofán, perfectamente acomodado en un nicho de caucho rojo con el molde de la figura, como se acostumbra en estos casos. Eran tres piezas solamente y una de ellas era un aditamento que extendía sus funciones, regalo de la compañía para dar completa satisfacción a su distinguida clientela, más un disco DVD.


Se miró al espejo y sonrió, sus hermosos ojos castaños ahora estaban iluminados, uy. Pasó por su delineada ceja la punta de su índice y el anular con cortas uñas nacaradas; la enarcó jugando a femme fatal y se vio acariciando la caja, pensando. Funcionó, no despertó sospechas en su mamá; fue bueno que Mireya recibiera el paquete, así no tuvo mucho que explicar, mami está acostumbrada a la escandalosa de mi amiga, ni atención puso.


Fue al baño, orinó pensando en Paúl; suspiró, ¿por qué las cosas eran así?, lo quería, lo amaba, él lo sabía. Bajó la manija del agua, se lavó las manos y sus ojos se aguaron. Antes de salir secó una lágrima rebelde y acarició sus mejillas consolándose, qué remedio.


¡Ay!, Calamaro. Corrió a subir el volumen porque cantaba Hace calor y bailó haciendo tubo…


Mi corazón, mi corazón
es un músculo sano pero necesita acción;
dame paz y dame guerra,
un dulce colofón
y yo te entregaré lo mejor.

Tan dulce como el vino,
salada como el mar,
princesa vagabunda,
garganta profunda,
sálvame de esta soledad.

Cogió el celular sin dejar de contonearse, disparó la cámara al espejo donde también en shorts bailaba, una, dos, tres y cinco veces. Luego se acostó sexy en la cama y siguió haciendo clic: una como Belinda, otra como Hannah Montana, ahora como Paris Hilton, muy zorra. Miró el techo, sonrió con ilusión; contempló la caja, sonó su celu.


—¿Ya?


—No, ¡jajajajaja!


—¿Y qué esperas idiota?


—Oh, qué impaciencia, espérate. ¡Te hablo! —y colgó sin dejar que Mireya dijera mu.
Volvió al tocador. Sacó de la caja el DVD anexo, qué prácticos. Puso el disco en la computadora y aparecieron los créditos de la compañía sobre una pareja atractiva en minúsculos trajes de baño, invitando a mirar las bondades del producto. La rubia curvilínea lo traía en manos y exhibía alegremente, el muchacho atlético sonreía plástico. Un cucu avisó de alguien en el msn, era Mireya.


chika loKA dice: ya?


princesa_bonita23 dice: nop


chika loKA dice: ke pezada ereeeeeeeeees


princesa_bonita23 dice: te haBLO el pau???????????


chika loKA dice: zip


princesa_bonita23 dice: ke te DIJO —En la pantalla la pareja desnuda ahora fornicaba.


princesa_bonita23 dice: esperate mi mAMa me aBLa —cerró rápido la ventana y paró el CD donde la rubia hacía sexo oral. Pegó la oreja a la puerta, pero no, mamá no venía. Mejor guardaría la caja, ¿pero dónde? ¿En el closet entre las garras?, ¿debajo de la cama junto al cartón de revistas viejas? Volvió a correr el video, el forzudo gringo le metía a la chica de pechos grandes el producto por detrás.


Giró de pronto la cabeza hacia la puerta, ahora sí, escuchó a su madre abajo.


—¡Raúl, hijo! ¡Ya está la comida!

domingo, 20 de abril de 2008

Francisco Vázquez Couret, un troglodita en Difusión Cultural

Ruy Alfonso Franco

La pregunta es: ¿por qué un sujeto como Francisco Vázquez Couret está al frente de Difusión Cultural en la Universidad Autónoma de Sinaloa, cuando tiene graves problemas de personalidad y es conocido por sus latrocinios e ignorancia? Todavía más, despidiendo al encargado de difundir el cine en la UAS, al videasta Aramis Franco, ¿es como se piensa apoyar al séptimo arte entre los universitarios?

Tres días después de exhibir su tercer corto (Olor a viejo) en la galería del teatro Ángela Peralta el pasado fin de semana, ganador del segundo lugar a nivel estatal de la 5ta. Muestra de cine mexicano contemporáneo Guamúchil 2008, su autor, Aramis Franco es despedido injustificadamente por Vázquez Couret, director de Difusión Cultural. Pero además, lo arremete físicamente.


Franco tenía 10 horas a la semana y era el responsable de promover el cine al interior de la UAS desde hace tres meses o al menos esa debió haber sido su función, porque Vázquez jamás dejó que hiciera nada. El despido, en palabras de éste, respondía a la inoperancia de uno de los tres proyectos que presentara en su momento Franco meses atrás, que ninguno vería la luz porque el funcionario cultural siempre puso trabas, a pesar de que los proyectos fueron asesorados debidamente: Taller de fotografía digital, Desde Navolato vengo (realización de una serie de documentales sobre personajes destacados de Sinaloa) y Cineclub universitario. Incluso le negó a Franco su propuesta de presentarse él mismo a las escuelas de la universidad a promover el cine de arte; Vázquez Couret siempre decía que él lo haría, pero nunca sucedió. Cosa que el propio Vázquez no tuvo empacho en reconocer frente a testigos.

Pese a que Francisco Vázquez buscó personalmente a Franco después de la exhibición de su primer corto en noviembre del año pasado, para ofrecerle reubicarlo al departamento de cultura en la idea de promover el cine, ahora lo despide alegando inviabilidad de proyecto. Sin embargo, prueba de las mentiras del funcionario es que al menos en tres escuelas solicitaron directamente a Aramis Franco exhibiera películas o diera charlas interactivas con los estudiantes. Así lo atestiguan el director de la Facultad de Ciencias del Mar, el doctor Mario Nieves Soto; el profesor Ulises Reyoso Cisneros de la preparatoria Mazatlán, quien aparte pidió al videasta hiciera un documental sobre su investigación Diagnóstico integral de las colonias marginadas de Mazatlán; y el director de la Facultad de Ciencias Sociales, maestro Giova Camacho Castro.

Además de ser alumno de quinto año de Ciencias de la comunicación de la Facultad de Ciencias Sociales de la misma universidad, Aramis Franco trabajó durante tres años en esta escuela por las noches en el Laboratorio de Televisión como asistente, coordinando igualmente el cine club Los olvidados y editando la revista universitaria Comunes (interesada en el entorno social y mediático-cultural), de la que lograron publicar siete números con buena aceptación pública. En el ínter, el joven artista cursó otros talleres complementarios como fotografía, periodismo, guión, apreciación y producción de cine, diseño gráfico y computación, mientras participaba en diversas producciones estudiantiles hasta despuntar con entregas persistentes entre las que destacan el fotoducumental Periodismo especializado, nulo o menoscabado, Una enfermedad conveniente y Olor a viejo, hasta ahora su proyecto más personal, además del videoclip Échame a mí la culpa realizado para la cantante Elisa Pérez Meza, que incluye en su más reciente disco Asómate a mi alma.


En tal circunstancia, yo me pregunto, ¿dónde radica la congruencia del despido si el videasta está demostrando capacidad para promover el buen cine en Mazatlán e incluso para crearlo, según lo demuestran sus proyectos realizados? Los argumentos torpes y déspotas de Vázquez Couret no responden a esto. Todavía peor, el martes pasado cuando Franco es notificado por el funcionario que está despedido sin previo aviso, y ante las preguntas insistentes de Aramis para conocer los motivos, aquél simplemente contestó que porque le daba la gana. Asesorado por el abogado Francisco Javier Vargas, Franco se presentó a su trabajo al día siguiente pues Vázquez jamás le extendió el acta de despido y nadie en Culiacán ni en la Coordinación General aquí tenían noticia de la suspensión, por lo que en atención a sus derechos se quiso evitar un posterior alegato de ausentismo, lo que sustentaría los motivos justificados de despido cuando no había tal cosa.

Pero esa mañana del miércoles 16 de abril Franco fue recibido violentamente por Francisco Vázquez Coouret, quien no conforme con correrlo altaneramente frente a un par de empleados, amenazó al artista con golpearlo mientras se quitaba bravucón los lentes y le gritaba que estaba despedido por ser empleado de honorarios y podía darlo de baja cuando quisiera… (Sólo que el funcionario, en su ignorancia, desestimó un detalle: Aramis Franco jamás firmó contrato alguno al respecto y recibía su cheque quincenal sin tener que extender recibo o factura alguna, característica específica de cobro por servicios prestados). Como el —aún— estudiante insistía en sus derechos, Vázquez, tras un ufano “¡te me largas en este instante o te saco!” le arrebató su mochila tirándola a la calle, para luego abalanzarse sobre el joven quien sólo lo evadió y se retiró del lugar sin responder a los insultos.


Cuando el MC Rafael Mendoza Zataráin, vicerrector de la zona sur, fue notificado sobre la actitud del director de Difusión Cultural se mostró sorprendido y señaló que era muy extraño, “si el mismo Vázquez vino y me dijo que eras perfecto para el puesto”, y recomendó a Franco hablara con el abogado de la Coordinación General. El licenciado Miguel Astorga sólo le subrayó que era un empleado por honorarios y no tenía derecho a liquidación, y que él no podía asesorarlo porque era la parte patronal. Si Franco esperaba apoyo de las principales autoridades de la UAS en Mazatlán sobre la injusticia cometida contra él, ya podía irse en serio. Nadie le diría al videasta que fue despedido porque Vázquez Couret quería dejar el campo libre para un familiar probablemente, pues el rector Héctor Melesio Cuen acaba de autorizar diez horas base para cada departamento cultural en todo el estado… Exactamente para el puesto que Aramis Franco tenía. Así que el pretexto para el despido por el torpe Vázquez era lo de menos.

O es eso, o sencillamente el mediocre funcionario no soporta que sus empleados brillen más que él.

Cuando un sujeto gris como Vázquez Couret antepone sus intereses personales y su egocentrismo para hacer a un lado a personal idóneo para la promoción de la cultura en la UAS, uno tiene que preguntarse de veras: ¿qué está haciendo este energúmeno frente a Difusión cultural? Todavía mejor, ¿qué está haciendo este troglodita amanerado por la cultura universitaria, cuando sus propios empleados lo acusan de ocuparse, presumiblemente, más de la construcción de su casa que de la difusión cultural en la universidad? Casa particular a donde se lleva, incluso, a un empleado a chambear a costillas del erario uaseño. (Cuando el trabajador universitario le preguntó si le pagaría horas extras, Vázquez Couret se encabronó). Otro compañero de difusión advirtió que el funcionario, además del abuso a los trabajadores, también robó supuestamente accesorios eléctricos del mismo departamento cultural para su casa, que está quedando muy bonita. No por nada ha habido un gran desfile de empleados corridos por Vázquez, siempre sin justificación alguna.


Luego de un pasaje oscuro de Francisco Vázquez Couret en Culiacán —según cuentan los corrillos de la UAS—, de donde aparentemente salió huyendo acusado de abuso de confianza cuando dirigió la orquesta musical de la universidad, Vázquez aparece como el promotor de la cultura en la universidad nombrado por el rector Héctor Melesio Cuen. Lo que sorprendió a propios y extraños dados los antecedentes nefastos del sujeto, conocido más por sus pleitos, ignorancia, petulancia y prepotencia que por méritos artísticos o académicos que lo pudieran hacer acreedor al puesto. La prueba está en que sus actividades al frente de Difusión Cultural han sido, hasta ahora, insignificantes.

Por cierto, a los adjetivos reconocidos para Vázquez Couret habrá que agregar el de maricón. Al padre de Aramis no se le olvidan los gritos desaforados que echó Vázquez cuando lo enfrentó para cuestionarle el por qué había agredido a su hijo: “!Román, Román, auxilio, me atacan!”